BLOODY
MARY O VERÓNICA
El
fantasma del espejo es una leyenda sobre un supuesto espíritu que
aparece al ser pronunciado su nombre un número determinado de veces
frente a un espejo.
En
Estados Unidos hay una leyenda análoga protagonizada por Bloody
Mary (María la sangrienta). Una versión relata que Mary
era una chica de quince años muy hermosa y vanidosa. El centro de su
vanidad era su precioso pelo, que todas las noches cepillaba. Un día
le quisieron jugar una broma y un hombre se escondió en el armario
mientras ella se cepillaba el pelo. Mientras ella no miraba, el
hombre salió del espejo, la sujeto y le corto el cabello. Ella no
soportó verse así y no pudo esperar a que le creciera de nuevo y se
suicidó. Se cree que para que aparezca se deben encender tres velas
frente a un espejo y peinarse el cabello cien veces como ella lo
hacía y decir tres veces “Bloody Mary”.
Según
otra versión, Mary era una chica gravemente enferma, su
doctor era su padre, que después de cuatro días en coma decidió
enterrarla en el patio de su casa. La madre de Mary no se
quería ir de la tumba. Su padre al saber que se iba a morir de frío
le inyectó morfina. A Mary se le amarró en la muñeca un
hilo que iba unido a una campana. El padre se fue a dormir y al día
siguiente fue a a ver la campana que encontró tirada. En ese mismo
momento abrió la tumba de su hija y vio que sus manos estaban llenas
de sangre y poco después noto que le faltaban las uñas, las que
estaban incrustadas en el ataúd arañado. Mary despertó y no
pudo escapar porque nadie la escucho. Se cree que para que aparezca
deben encender tres velas frente a un espejo, dar tres vueltas y
mientras tanto decir “Bloody Mary” tres veces.
En
España la versión más común explica que se trata de una chica
muerta durante la pubertad, cuyo espíritu ha quedado atrapado entre
el mundo de los vivos y los muertos, sin embargo algunas versiones la
consideran la hija de satanás.
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