NUBERU
Los nuberus son unos personajes presentes en la mitología del norte de España, a los que se les atribuye la capacidad de controlar el tiempo atmosférico, especialmente las nubes y precipitaciones.
Se les suele considerar seres malignos y traviesos. Su apariencia varia en función de la región, pero casi siempre se les describe como seres antropomorfos, envejecidos, muy feos, de tez oscura, con boca y orejas muy grandes y una barba poblada. Suelen vestir con trajes de pieles y sombrero negro alto.
Los nuberus guardan alguna clase de parecido con el Entiznáu de la mitología extremeña, con la diferencia que los segundos tienen un descomunal tamaño.
ASTURIAS
En la tradición asturiana es representado como un hombre alto, viejo, con barba gris, vestimentas oscuras y sobrero alto. Se le considera feo, creando el dicho asturiano “más feu qu’el nuberu”.
Asimismo, en otros lugares de Asturas, se les llama por otro nombres; Renubeiru en Somiedo, donde se le describe como un hombre chamuscado que frecuenta a las brujas y en otros lugares como Vaqueiros, unos pequeños escolares aprendices de brujo que aspira a ser nuberus.
Algunos estudiosos relacionan al nuberu con el dios germano Thor, en cuanto a las atribuciones de dirigir las tormentas y al igual que el dios nórdico viaja en un carro arrastrado por lobos. En otras descripciones relatan que el nuberu asturiano es tuerto, relacionándolo con el también dios nórdico Odín.
Otro de los nombres que se le otorga es el de Xuan Cabritu, que según cuentan, vive con su mujer e hijos en lo alto de una montaña en una ciudad cubierta de nubes. Cuando sale del monte es para descargar tormentas y aguaceros.
CANTABRIA
En la tradición cántabra se les describe como geniecillos traviesos y ladinos, de pequeño tamaño y cara de pillos, montados siempre encima de nubes. Se les teme por los destrozos que producen en las zonas rurales, atribuyéndoles los daños producidos por las tormentas. Es por ello que durante la noche los lugareños encienden cirios y hacen sonar las campanas para ahuyentarlos.
GALICIA
En las fronteras gallegas con Asturias, los nubeiros tiene la apariencia de un hombre pequeño, con el cuerpo recubierto en pelo y un rabo largo. Estos también se desplazan subidos en grandes nubes y son responsables de las tormentas de verano. Al igual que en Cantabria, para evitar sus maldades hacen sonar las campanas para ahuyentarlos o recurren al párroco para que conjure en contra de él.
En otras partes de Galicia, esta criatura es un gigante cubierto de pieles negras. También esta asociado a las tormentas, truenos y nieblas. Sale por las mañanas de las herrerías para cabalgar los cielos y provocar rayos. Vuelve a media noche con unas cuantas culebras. En ocasiones baja a la tierra para ver los estragos de sus hazañas o para pedir asilo tras perder alguna nube.
Nuberu cabalgando una nube.
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