GÓLEM

 GÓLEM


El Gólem es una criatura animada de la mitología judía fabricado a partir de barro o arcilla. La palabra Gólem aparece en la Biblia y en la literatura Talmúdica para referirse a una sustancia incompleta.


El relato folclórico más famoso relativo al Gólem involucra al ilustre Rabbi Judah Loew, conocido como el Maharal de Praga, un famoso rabino del siglo XVI. Se le atribuye haber creado esta criatura para defenderse del gueto de Praga de ataques antisemitas, así como para atender también el mantenimiento de la Sinagoga Vieja-Nueva. No fue el único rabino que uso a esta criatura, ya que fue nombrado por varios rabinos durante la Edad Media. Es más, la primera existencia del Gólem se remonta a los orígenes de la misma humanidad, donde uno habría sido creado por una persona creyente y cercana a Dios. Como Adán, habría sido creado a partir de barro y a través de una chispa divina que lo llenó de vida.


La creación de un lem presenta ventajas y desventajas; es fuerte pero no inteligente, si se le ordena llevar algo a cabo lo hará de manera sistemática, lento y ejecutando las instrucciones al pie de la letra, sin cuestionamiento ninguno. Famosa en este sentido es una anécdota, según la cual la esposa del rabino le pidió a un Gólem que fuera “al río a sacar agua” a lo que éste fue al río y no paró de sacar agua hasta casi inundar la ciudad. La incapacidad principal de este ser era no poder hablar, además, para que el Gólem despertara había que meterle un papel con una orden por la boca. Para “desactivarlo” y volverlo inerte había que borrar la primera letra de una palabra que llevaba escrita en su frente. La letra era “Emet” y al borrarla quedaba solo en la frente la letra “met” que significa en hebreo muerto.


De acuerdo con la leyenda checa, los restos de un Gólem están aún guardados en un ataúd en el ático de Altneuschul en Praga y en un momento de necesidad se le puede devolver la vida.


Representación animada de un Gólem.


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